lunes, 2 de julio de 2012

Hasta pronto, amor.


Sabes que la extrañas porque no puedes dejar de pensar en ella, en sus ojos, en sus labios. Sabes que la extrañas porque no puedes dejar de pensarla en silencio, y  nombrarla entre suspiros. Sabes que la extrañas porque no puedes olvidar, ni siquiera por un pequeño segundo, la sensación de amar, y sentirte amado.

Tienes la garganta seca, la mirada perdida, la piel pálida y las ojeras acumuladas. Recuerdos estancados, "te quiero"s desperdiciados, abrazos frustrados, sueños desconsolados. Solo te queda apenas, un poquito de esperanza por que ella regrese de su largo viaje.

El amor se fue. Se fue en forma de una dulce mujer, en el primer tren, en punto de las seis. Te quedaste en el andén, esperando con fervor que por alguna extraña razón, ella se arrepintiera y bajara del vagón, corriera hacia tus brazos y se fundieran en un intenso beso de verdadero amor.

Pero no ocurrió. Tu beso de película no sucedió. Ella partió, porque fue su decisión, fue fuerte y sin mirar atrás, ella avanzó. Son tristes las despedidas, es triste el amor, pero es lindo saber que ella te quiso, porque como dijo Neruda:
"Es tan corto el amor y tan largo el olvido"
 Pero no, no es un "adiós", es un "hasta pronto". Tu ausencia física no anula el amor que en mi corazón sigue ardiendo, justo como el primer día, justo como la primera vez que te vi, justo como en el momento en el que te conocí. Solo procura no tardarte, corazón. Mientras no estés, mi filosofía siempre será la misma:
"Estamos lejos porque nuestro amor es tan grande, que no cabe en una sola ciudad"
Entonces no resta mas que decir, hasta pronto. Te vamos a extrañar, mi mente, mi cuerpo, mi corazón y yo.

Regresa pronto a casa.
Hasta pronto amor.

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