domingo, 29 de julio de 2012

Caminas hacía mí.





Caminas hacía mí, lentamente, como si nada, ignorando que mi corazón ya ni siquiera sabe si detenerse o latir más rápido cada vez que tú te acercas.

Pero, ¿sabes algo? Me gusta. Y me gusta porque me vuelves loco. Y me vuelves loco, porque estoy enamorado de ti. Bueno, también porque hablas mucho, pero hablas muchas cosas tan pequeñas, que cuando las juntas hacen que me enamore en grande.

Estás como si nada, como piedra, pero tan suave como una rosa. ¡Qué bonito te queda el rosa! Aunque no te guste tanto el color, porque creer que es un tanto aburrido, siempre voy a pensar que te sienta muy bien en aquél vestido.

De repente llegan a mi imaginación, todos esos besos que sólo nos hemos dado en los sueños que nunca he tenido, por andarme desvelando todos los días pensando en ti, en qué sientes tú por mi, en que si juegas o me quieres, o en que sabor de helado tú prefieres. Hasta que de repente, te acercas de nuevo, más y más, como si nada, rozando tus labios contra mis mejillas, esperando que te bese en el cachete, como si no fuera suficiente castigo ya tener que soportar no besarte en los labios a esa distancia.

Entonces ya no pude soportarlo más. Te tomé de los hombros, y como si estuviéramos jugando a las escondidas, fui a buscar todos esos besos que sólo puedo encontrar en tus labios. Pero sólo pude encontrar mis sueños.

Te imaginé perfecta, luego soñé verte, y al final vengo a encontrarme a mí mismo en mi vida junto a alguien que sólo puedo llamar “tú”. Y doy gracias al creador de los pronombres personales, porque gracias a él, a ti y a mí, puede existir un “nosotros”.

Entonces supe que sí existen las citas perfectas, como las de las películas, sólo que les cortan algunas pequeñas partes no tan perfectas. Yo, sinceramente, preferiría no cortarle nada a esas películas que vamos haciendo poco a poco tú y yo, y que algún día seguramente no veremos, por andarnos dando de abrazos y besos.


Caminas hacia mí, lentamente, como si nada, ignorando que los latidos de mi corazón dicen tu nombre en clave Morse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario