sábado, 11 de agosto de 2012

Tú, nosotros, nuestro amor.


Quería escribir algo, pero no sabía qué. Entonces me puse a escribir nuestros nombres sobre la arena, la cuál ambos sabemos que el mar se llevará. Lo único que el mar no se lleva, son tus recuerdos. Pero si lo piensas bien, ya ni recuerdos quedan, ya ni el sabor de tus besos logro recordar, ya no queda nada más que la sensación de tus dedos sobre mi pecho. Quedan solamente esas letras que lentamente escribías en mi pecho cuando terminábamos de hacer el amor, pero ahora más que letras, son libros, historias completas, historias de amor, de nuestro amor.

Pienso y pienso mil veces, doy mil vueltas en la cama. Sé que te voy a extrañar, pero más me voy a extrañar a mí mismo cuando estábamos juntos, porque difícilmente volveré a estar así con alguien. Nos quería, pero luego recordé que ya no eras mía, sólo de él, y yo de alguien, y que sin ser él, ni yo, ni nadie, soy siempre tuyo.

En uno de esos días donde ya ni sabía que hacer, decidí probar suerte e ir con una adivina para que me dijerá que hacer, pero de nada sirvió. No podían leerme la mano, porque mi destino estaba entre las tuyas.

Ya ni sabía si lo que nos había pasado era real o una fantasía, parecía tan falso, éramos tan perfectos.

"Claro que existes, yo te soñé."

Luego desperté, miré a mi lado y sólo pude sonreir al ver a ese "alguien" que es mi "paracetamol para el corazón". Nos ví a nosotros, tan reales como el cariño que siempre nos hemos tenido, tan contrarios como el amor y el olvido, tan perfectos como una luz en lo sombrío.

Me siento a ver las estrellas, que se pierden entre tus ojos, esperándo por alguien que siempre ha estado ahí, mirando algo que siempre ha existido.

Tú, nosotros, nuestro amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario