miércoles, 16 de mayo de 2012

Lluvia Ácida.






Parece que el mundo sabía que hoy te iba a extrañar. Y cuando digo el mundo me refiero a la naturaleza. Empezando con una lluvia que duraría todo el día.

Despierto, inquieto, gracias a un trueno que logró asustarme. A duras penas me levanto de la cama. Miro por la ventana y lo único que puedo ver, es lluvia. Gotas de agua recorriendo mi ventana, las hojas de las plantas y los vidrios de los autos.

Me baño y me visto. Como de costumbre, espero en la parada, el taxi que me llevará a la escuela.

En uno de esos momentos, me quedo viendo al cielo, viendo las hojas caer, por los azotones que da el agua contra los árboles, y a mi mente llega las películas de todos esos besos que alguna vez nos dimos bajo la lluvia. Sonrío de medio lado, cuando un taxi me suena el claxon y vuelvo al mundo real.

Después de la escuela, a la casa. Llego y no hay nadie en ella. Suena mi celular, y recibo el típico mensaje de mi madre cada vez que llueve, y la lluvia la agarra por sorpresa: 
"Ricardo, ve por la ropa por favor, la dejé arriba. Besos. Mamá." 
 Subo a la azotea, recojo la ropa, la dejo en la entrada y vuelvo a subir.

No se si fue por mi afición a mojarme bajo la lluvia, o porque mi corazón trajo los recuerdos de aquella noche de Junio, en la que te llevé allí para ver las estrellas mientras disfrutábamos de una cena.

Me recuesto en el suelo, y la lluvia cae sobre mi cuerpo. Vuelve a mi mente aquella vez que hice eso contigo, en el parque, porque estábamos tan locos que decidimos acostarnos bajo la lluvia. Jamás me había divertido tanto. Terminamos prácticamente bañados y enfermos, pero los recuerdos nadie nos los quita. Tampoco la gripe.

Pero esta vez la lluvia es diferente. Es lluvia ácida. Ácida para mi corazón, que se tortura a si mismo con las memorias que dejaste plasmadas en el. Para siempre, para toda la vida.

Te quedas bajo la lluvia. Te quedas bajo la lluvia como todo un idiota enamorado, esperando que en algún momento, mágicamente aparezcas junto a mi, acostada, y volvamos a sonreír como aquel día. Pero no es así, no existe tal cosa. No volverás, no lo harás.

Me paré, tragué saliva y grité con todas mis fuerzas tu nombre. Después sonreí. Al fin pude liberarme de tus recuerdos este día. Y seguí con mi día, feliz y alegre de haberte pensado, y de haberte extrañado. Pero ya pasó, ya terminó. Basta de sufrir. Es hora de vivir.
"Tanta delincuencia y nadie roba mi corazón."

domingo, 13 de mayo de 2012

Feliz No Aniversario.



"¿Ya un año? ¡Quién lo diría!"
Me encontraba disfrutando de la tarde mas divertida con mis amigos, cuando uno de ellos, medio bebido, me toca la espalda y me dice: "Es cierto, para Ricardo ya va a ser un año de que comenzó a andar con Allison"
Mis amigos rieron y yo reí con ellos. Segundos después cambiaron de tema. Saqué mi celular del bolsillo, lo desbloqueé, y vi la fecha.
13 de Mayo.
 Es chistoso, porque ellos mismo fueron los que tanto tiempo me decían que me olvidara de ti, y ahora sacan un comentario, en el momento menos indicado. Lo dejé pasar por el momento y seguí riendo con las tonterías de mis amigos y mías.

Después de un buen rato, cada quien se fue a su casa. Llegué a mi cuarto, cerré la puerta con seguro, me quité la camisa y me dejé caer en la cama. Puse mi soundtrack favorito para ocasiones como esta, comenzando con "Never Gonna Be Alone", que ironía, ¿no?

¿Por qué habría de sentirme triste si hace un año que empezamos una relación? ¿No debería estar feliz con eso?

Ah, lo había olvidado, somos dos personas distintas. Dos personas completamente distintas. Y un año tiene doce meses. Doce entre dos, da seis. Seis meses. Seis meses juntos, otros seis separados.

Los primeros seis meses, los mejores. Experiencias que no volveré a compartir con nadie. Y cuando digo eso, es porque es realidad, es imposible volver en el tiempo para tener exactamente las mismas experiencias, pero cambiando a la otra persona, imposible.

Los segundos seis meses, de los mas difíciles. Cuatro días después de cumplir seis meses de relación, tuvimos una ruptura en ella. Para comenzar con otros seis meses de no relación.

Me pediste tiempo, y pues, te lo dí. Decidí no hablarte. Y un día empecé a hacerlo. Fue gracioso porque tu pensabas que te estaba ignorando. Tuve que ser muy fuerte para no hablarte todo este tiempo, para no preguntarle a nadie de ti.

Ahora estoy en mi cuarto, festejando, solo, nuestro no aniversario. ¿Qué te puedo decir? Solo que TeQuiero.

Si, que TeQuiero, así sin espacios, para que no quepa la menor duda. Que te deseo lo mejor siempre, y que te la pases muy bien en este día, el día de nuestro no aniversario.

Faltan 7 días para mi cumpleaños y 8 para el tuyo. ¿Me pregunto que dirás en el momento en el que veas un mensaje mío en tu celular después de tanto tiempo?

"Quiero besarla en las escaleras para que sea el mejor beso de subida".

jueves, 10 de mayo de 2012

Vísperas De Un Corazón Roto.



¿Uno, dos, tres días? Una fecha que difícilmente alcanzas a no olvidar, sólo recuerdas dos dígitos, que apenas y te pasan por la mente. No. La verdad es que no puedes engañarte a ti mismo, ni a tu mente ni a tu corazón. Por más diversión que haya tenido los últimos meses, la fecha de nuestro no aniversario es algo que jamás olvidaré.

Es sólo que me cansé de extrañarte, amor. Mi cuerpo se siente fatigado de desearte, mi mente esta hastiada de pensarte y mi corazón aburrido de no tenerte. Te pienso y te pienso y ya ni del color de tus ojos me puedo acordar. Sólo queda en la memoria la dulce tonadita de nuestra primera canción, que apenas puedo recordar, y difícilmente puedo tararear.

No sé si es mi ausencia de compromiso con nuestro "para toda la vida" lo que me hace rendirme ante la idea de que no volverás. Imaginar que ya no te tengo a mi lado es un sueño horrible del cual ya quisiera despertar. El mes después de tu partida no podía dejar de nombrarte. Eras la niña de mis ojos, y lloré tanto que probablemente debiste haberte ahogado en ellos. 

Después de un tiempo me enteré de que un "toda la vida" a esta edad dura seis meses. Ahora entiendo a lo que te referías.

Acepté tu partida, superé tus recuerdos, nuevas oportunidades estaban tocando a mi puerta, la puerta que tú dejaste entreabierta. Resulta que después de otros seis meses, empezando justamente este mes, el mes donde principian las vísperas de este corazón roto, te vuelves a aparecer en mis sueños, como si nunca hubieras salido de ellos, como si fuera el día después de tu adiós.

No te preocupes, hace mucho que soy miope, gracias a eso nunca pude visualizar mi futuro contigo, pero eso no borra los recuerdos que dejaste en mi mente, en mi cuerpo y en mi corazón. No es que te extrañe, estoy cansado de eso. Es solo que al corazón no se le miente, a veces hay que dejarlo que sufra un poco por cierta gente. Ya se le pasará. 

Sólo espero que no me faltes. Y si me faltas espero no extrañarte. Y si te extraño espero no buscarte. Y si te busco espero no encontrarte.

Tres días más. Espero con ansias nuestro no aniversario.