viernes, 10 de mayo de 2013

Placeres de Un Libro que Escribo Todos los Días.


Días soleados, días lluviosos, mis preferidos los segundos, en esos, los amores son más fogosos.

Cigarrillos, canciones, audífonos silenciosos y rotos los corazones.

Los sueños se perdieron, y yo salí a buscarlos, eso estaba haciendo yo cuando me percaté de que nunca los había tenido, se quedaron atrapados entre esos besos y caricias en el ombligo, se quedaron encerrados en una jaula de recuerdos, donde para ser libre tienes que escribir.

“Libertad” es poder escribir sin pensar en nadie, entonces creo que soy preso, preso de los recuerdos y de los besos, preso donde alguna vez puse los sueños que nunca tuve por andarme desvelando pensando en ti, y estar siempre soñando despierto contigo.

Largas caminatas, pasos lentos y certeros, pláticas largas con sentimientos sinceros.
Café eterno, que te deja desvelado,pero nada comparado con el café de tus ojos, o el estar a tu lado.

Las notas del piano son como espinas, mientras las toco con mis dedos y pienso en ti, más lastiman.
Las noches son mi tormento, ver la luna, tan hermosa y perfecta, y en ella mirar tu reflejo.
¿Es posible amar y odiar tanto a la vez tal grandioso objeto?
  
Te leo entre líneas, ahí estás siempre, en el prólogo, en cada capítulo, yo sólo quiero algo y es lo que siempre repito y repito, ser el clímax de tu vida sería algo perfecto y exquisito.

Amo tus letras, tus canciones y tus poesías, me encanta leerte y citarte, pero nunca llegas a nuestras citas.

Fumar y fumarte, escuchar y escucharte, escribir y escribirte, soñar y soñarte, cosas muy diferentes, ya que tú eres todo un arte, cosas nada parecidas, no es lo mismo ser terrenal que estar en medio de cosas divinas.

Miénteme con literatura, con ficción y esa clase de hermosuras, porque de todas las mentiras, ésta y el amor son mis preferidas, porque de todas las locuras, ésta y el amor son las más divertidas.

Quédate a mi lado leyendo este libro que escribo todos los días, quédate conmigo y ayúdame a terminarlo, este libro tan difícil que a veces nos olvidamos de escribir nosotros mismos, este libro llamado: «vida».

"Los libros son el claro ejemplo de que hay vida después de la muerte"

 Nota del autor:

¡Crónicas de Rickyu cumple un año el día de hoy!
Quise hacer esta entrada un poco más personal.
No es que haya logrado algo grande, pero me siento orgulloso de esto; gracias a las personas que me han estado leyendo constantemente, y muchas gracias más a los que me han leído desde el principio.
Todas estas entradas son historias de mi vida, transformadas en letras y palabras bonitas. Los lectores hacen que ésto sea posible.

No soy un poeta ni un escritor, soy sólo alguien que sabe aprovechar cuando tiene el corazón roto. Así empezó todo.

¡Gracias por todas estas visitas!

La vida es ese gran libro de historias que cada quién va escribiendo por sí mismo.

¿Yo? Yo escribo este blog.



                                             —Ricardo Torres Gómez


sábado, 4 de mayo de 2013

Poemas Cortos.

Campo de Flores.


Vienes y vas, y yo aquí bien pendejo amándote más.
Dices que me quieres, pero luego pasas de largo, buscas en el mar otros peces.
Me gusta amarte, quitarte los calzones, pero cuando te vas de mi lado sólo rompes corazones.
Dices que cada día me amas más y más, pero tienes a alguien y tu corazón no me quieres completamente dar.
Atrapada entre dos amores, supongo que no es tan fácil como estar en un campo de flores.

Sólo Te Amo.


Sólo estoy aquí, parado junto a tu puerta como un tonto enamorado. De lo que no me arrepiento es de quererte demasiado, de amarte, de jurarte amor eterno, de quedarme a tu lado todas las noches del invierno, de pensarte y adorarte hasta el fin de los tiempos.
Sólo estoy aquí para despedirme, para gritarte “buenas noches”, para irme no sin antes mirar tu coche, en el que estuvimos aquella noche.
Sólo estoy aquí para agradecerte, y pedirte disculpas por el corazón deshacerte, por hacerte perder el tiempo y retenerte, aquí, en un lugar sin salida, sin saber que sería de tu suerte. Sólo estoy aquí para amarte. Pero de todos modos. Gracias por el tiempo que me brindaste.
Te amo, no digas más. Puedes marcharte. Cuando quieras volver vuelve, que de todos modos, yo tengo todo una vida para esperarte.
“No te necesito, sólo te amo”.

Ajedrez.


Disculpa si nunca te hablé antes.
Perdón si hice confundir mis intenciones.
Lo siento si te hice pensar lo contrario de lo que yo pienso.

Es sólo que en la vida hay personas que son como el ajedrez.
Y yo odio el ajedrez.
Tienes que pensarlo muy bien para hacer una buena jugada.

Me gustas como me gusta el café.
Me gustas como me gusta el frío en los pies.
Me gustas como me gusta el hecho de que el sol salga cada vez que me ves, cada vez que me miras, cada vez que te quiero más conforme pasan los días, cada vez que me encantas más y quisiera que esas frías manos fueran mías.

Me gustas amor. No te estoy diciendo que te amo, no te estoy pidiendo que salgas conmigo, no te estoy pidiendo una boda, no te estoy pidiendo una muerte, mucho menos te estoy pidiendo besos en la frente.

Simplemente no soporto el hecho de que el mundo, mi mundo, tenga que explotar cada vez que pasas a mi lado y no me saludas.

Así que hazlo, es lo único que te pido. Claro está, quizá luego quiera invitarte un café y darte besos hasta en el ombligo. Pero mientras planeo bien mi próxima jugada en éste juego de ajedrez, tenme paciencia porque no quiero cometer un error o ir al revés, quiero caminar derecho, incluso aunque el camino sea un poco estrecho, siempre y cuando puada ir hacia ti, directo.

Pero para variar, podría odiar el café, detestar el frío en los pies, incluso podría molestarme el hecho de que salga el sol todos los días y brille tan fuerte a las tres; y aún así, aún así amor, seguiría queriéndote con la misma o mayor intensidad de lo que lo estoy haciendo en estos momentos, de lo que lo estoy sintiendo en estos instantes.

Me pasa que cuando hago cosas por gusto, por pasión, en el momento que mis ojos ven tu corazón, en ese momento, sé que todo lo que hago es para ti, tablero de ajedrez. Luego compro girasoles y sólo puedo pensar en dártelos a ti una y otra vez.

"Libertad es poder escribir sin pensar en nadie."