Perdón si hice confundir mis
intenciones.
Lo siento si te hice pensar lo
contrario de lo que yo pienso.
Es sólo que en la vida hay personas
que son como el ajedrez.
Y yo odio el ajedrez.
Tienes que pensarlo muy bien para
hacer una buena jugada.
Me gustas como me gusta el café.
Me gustas como me gusta el frío en
los pies.
Me gustas como me gusta el hecho de
que el sol salga cada vez que me ves, cada vez que me miras, cada vez que te
quiero más conforme pasan los días, cada vez que me encantas más y quisiera que
esas frías manos fueran mías.
Me gustas amor. No te estoy diciendo
que te amo, no te estoy pidiendo que salgas conmigo, no te estoy pidiendo una
boda, no te estoy pidiendo una muerte, mucho menos te estoy pidiendo besos en
la frente.
Simplemente no soporto el hecho de
que el mundo, mi mundo, tenga que explotar cada vez que pasas a mi lado y no me
saludas.
Así que hazlo, es lo único que te
pido. Claro está, quizá luego quiera invitarte un café y darte besos hasta en
el ombligo. Pero mientras planeo bien mi próxima jugada en éste juego de
ajedrez, tenme paciencia porque no quiero cometer un error o ir al revés,
quiero caminar derecho, incluso aunque el camino sea un poco estrecho, siempre
y cuando puada ir hacia ti, directo.
Pero para variar, podría odiar el
café, detestar el frío en los pies, incluso podría molestarme el hecho de que
salga el sol todos los días y brille tan fuerte a las tres; y aún así, aún así
amor, seguiría queriéndote con la misma o mayor intensidad de lo que lo estoy
haciendo en estos momentos, de lo que lo estoy sintiendo en estos instantes.
Me pasa que cuando hago cosas por
gusto, por pasión, en el momento que mis ojos ven tu corazón, en ese momento,
sé que todo lo que hago es para ti, tablero de ajedrez. Luego compro girasoles
y sólo puedo pensar en dártelos a ti una y otra vez.
"Libertad es poder escribir sin
pensar en nadie."
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