domingo, 23 de septiembre de 2012

Música en tu cuerpo.

Me gustas, y me gusta estar contigo, aunque no estemos juntos, pero estar allí, en tu mente, en tus pensamientos y en tu corazón. En el lado vacío de tu cama, en el hueco de tu almohada, en la silla de la sala, adentro de tu alma, del otro lado del vidrio, amarte sin contar el tiempo o sin ir a un rumbo fijo.

Quiero ser en ti, no un amigo, menos un amante, mucho menos un esposo o un novio. Quiero ser en ti, un "nosotros", un "para siempre", alguien que siempre esté ahí presente, alguien con quien siempre cuentes, un hombro que nunca se caiga, un amor que nunca se vaya. Quiero ser en ti todo y nunca ser nada, quiero estar por el resto de los días en tu cama.

Amores que más que amores, son teclas de un piano, que están tatuadas sobre el cuerpo de ese "amor" que aún no has encontrado, sobre las costillas para apretarlas, sobre los labios para besarlos, sobre la espalda para acariciarla o sobre el cuello para morderlo. Amores que más que amores, son tazas de café por las mañanas, amores que nunca te van a dejar que te caigas, amores que más que amores, son las sábanas que en noches frías nunca te harán falta.

"Entonces ella le dijo:
—Puedo ver el mundo entero en tus ojos.
A lo que él respondió:
—Puedo hacer música en tu cuerpo."

sábado, 15 de septiembre de 2012

Ahí está el amor.


Muchas personas odiamos los días en que tenemos que despertarnos temprano para alguna actividad, como la escuela, o el trabajo. Pero si lo pensamos bien, la vida nos está regalando 5 minutos más para ser felices.

Un día despiertas, así como si nada, sabiendo que ese día va a ser especial, no sabiendo como, pero sabiéndolo de alguno u otro modo. De repente te levantas, siente el piso helado debajo de tus pies. Como por inercia e instinto, te lavas la cara y los dientes, te miras al espejo y le sonríes a esa persona que, por lógica, sólo puedes ser tú mismo. Hace tantas cepilladas de dientes que dejé de buscar tu reflejo en el cristal, porque claramente, tú recuerdo nunca estuvo allí. Día a día, entiendes que debes dejar de insistir en encontrar memorias que nunca existieron, sólo para tratar de hacerte el recuerdo de "ella" en tu mente. Lástima que las paredes no hablan, para decirme que deje de hacer esas cosas, para que se derrumben y me liberen de ti, de tu adiós.

Sales y alquilas una tristeza, como todos los días. Y digo alquilas, porque la tristeza sólo te cobra a ti mismo los momentos bonitos que podrías haber pasado, de no traerla.

Como que de repente, el amor llega solo. Parecen tonterías, pero pues, al fin y al cabo viene siendo cierto.

Es como una mariposa, entre más la búscas más huye, pero si te distraes haciendo otras cosas, vuela y se posa sobre tu hombro.

Ahí está el amor, al borde de la cama, en la punta de la lengua, adentro del ombligo, en la planta de los pies, en la frente, en el pelo, en los labios. Ahí está el amor, adentro de tu corazón, adentro del mío, adentro nuestro. Ahí está el amor, esperando ser descubierto, aguardando lenta y calmadamente, el momento exacto para surgir tan de repente.

Ahí está el amor, en el ahora, en las letras, en los bóxers, en las pantaletas. Ahí está el amor, en ti, en mí.

En nosotros.

De ahora en adelante te diré que te amo nada, porque "nada" es para siempre.

"—So, Who are you?
—Whoever you want me to be."

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Carta al aire.


Es de esas veces que ya no sabes ni qué onda, sólo quieres estar con alguien que te traiga igual de loco como lo que te cuentan tus amigos con otras personas. Y no es que no tengas "amigas", es que ninguna te hace sentir así de especial y bonito como tú quisieras. No es que no salgas con chavas, es que nadie te hace sentir esas "ganas", de estar siempre juntos, de quererla hasta el fin del mundo.
Luego, desesperado vas y buscas a alguien que no está, que no encuentras, que tiene que aparecer sola.

"Sola."

Y o sea, eres muy feliz con tus amigos, pero siempre hay un vacío de algún modo. Es como cuando tu vida va tan bien, y de repente un día, tienes tiempo libre, te acuestas y te pones los audífonos, para luego cerrar los ojos y pensar "¿Qué es lo que estoy haciendo?" y toda la clase de cosas que pasan por tu cabeza en esos momentos.
Tienes a tus mejores amigos, con los que ríes todo el día por babosadas y cosas sin sentido; pero, se siente ese espacio vacío que sólo ocuparía una persona, llenándola con "Buenos días amor, ten un día bonito, te quiero", o un "Estoy aburrida en la clase, te extraño mucho".
Y aunque quieres que ya llegue ese "alguien", sólo te queda esperar y esperar, y desear que ya no se tarde.