miércoles, 4 de julio de 2012

Regalo de Dios.


Media noche, media luna, media vida en media muerte, porque te fuiste y me quedé sin suerte, porque partiste, y mi corazón rompiste. Flores marchitas, chocolates no comidos, besos frustrados y recuerdos de cosquillas en el ombligo. Labios mordidos, espaldas arañadas, sentimientos perdidos y acciones descabelladas. Ojos llorosos, ambos cansados, corazones fogosos, pero los sueños olvidados.


"Todo pasa por algo en esta vida", es una frase que todos hemos oído. Solo queda agradecer, haber tenido ese pequeño "regalo de Dios" que tanto habías estado esperando, eso que tanto habías anhelado, y que por fin se te había cumplido. Pero todo pasa por algo. Quizá la vida busca darnos una bofetada en la cara cuando estamos demasiado confiados en algo como, "Ella es la indicada" o "Mi media naranja".


Lo curioso es que la vida tiene razón. No somos la mitad de una naranja, somos humanos, personas. Pero eso no quita la necesidad que tenemos todos y cada uno de nosotros, de sentirnos queridos, amados, deseados. Hoy, solo quiero agradecerte por ser esa persona especial para mi.


Gracias. Gracias por ser mi regalo de Dios. Gracias por contestarme los mensajes. Gracias por sonreírme cuando estoy triste. Gracias por alumbrarme cuando esta obscuro. Gracias por ayudarme cuando todo lo veo duro. Gracias por sacarme sonrisas. Gracias por morderme los labios y besarme las mejillas. Gracias por esos "te amo" con los ojos. Gracias por saberme tratar cuando me enojo. Gracias por entender mis sentimientos. Gracias por tener esos presentimientos. Gracias por enseñarme tus canciones favoritas. Gracias por compartirme de tus palomitas. Gracias por llevar nuestros sueños de la mano. Gracias por confiar en mi como si fuera tu propio hermano. Gracias por todo amor, te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario