domingo, 11 de noviembre de 2012

Siempre pienso en ti.


Son el tipo de cosas que no puedo evitar hacer, siempre vas a pasar por mi cabeza; siempre vas a estar en mi mente en forma de recuerdos de cosas que aún no han pasado, en mi cuerpo con las huellas de los besos que aún no nos hemos dado, en mi corazón con todo el amor que tenemos escondido en algún lado.

Estoy tan enamorado de ti, quisiera irme, escaparme por un instante de la realidad, tenerte siempre junto a mí, largarnos ya de aquí. Cabrona, te quiero.

Sabes que ya vales madres cuando despiertas un día y soñaste con ella, aunque sabes que lo que soñaste no está tan lejano a lo contrario de realidad, sólo quisiera por un minuto no despertar, un minuto es lo único que necesito para poder amarte aún más.

Siempre pienso en ti, en tus ojos, porque siempre encuentro la verdad en ellos, y pues la verdad te quiero demasiado, y me encanta la idea de estar a tu lado, me encanta ese pronombre personal que ya siempre usamos: "nosotros".

Ya no sé que hacer, ya no sé ni quien soy, estoy bien desesperado, mi corazón está acelerado, lo único que quiero es estar a tu lado.

Siempre pienso en ti, aun cuando me enojo, aún cuando te digo que quiero estar sólo, aún cuando eres descuidada y me pegas en el ojo. En el calor, en la lluvia, en el infinito, cuando pierdo la cordura. Siempre estás allí, como en primaria, "presente".

Siempre pienso en ti, siempre pienso en mí, siempre pienso en "nosotros".

No hay comentarios:

Publicar un comentario